Energía renovable y vehículo eléctrico La gran contaminación que asola a las grandes ciudades del planeta ha promovido la implantación de una serie de medidas destinadas a la reducción de dicha contaminación.
Dentro de estas medidas se encuentra el facilitar la instalación de sistemas de energía renovable o la compra de vehículos eléctricos. Sin embargo, la verdadera reducción de la contaminación de una ciudad viene por la unión de ambas, energía renovable y coches eléctricos.
El futuro es eléctrico Está claro que el futuro de un mundo sostenible pasa por la electricidad. Esto se debe a que la electricidad se puede obtener por medios que sean totalmente renovables y no contaminantes y durante su uso no se emite ningún tipo de contaminación, al contrario que otros combustibles o fuentes de energía como el gas natural.
Los vehículos eléctrico y la contaminación Para saber si un vehículo es o no totalmente sostenible hay que tener en cuenta la generación de emisiones de pozo a rueda (well-to-wheel es el término inglés). Este índice tiene en cuenta el ciclo de la energía que afecta de cualquier forma al funcionamiento del vehículo: su procedencia, su transformación, el transporte y todos los consumos derivados de, finalmente, poner en movimiento las ruedas del coche.
En este sentido, Madrid ya cuenta con motos de alquiler totalmente renovables durante todo el ciclo.
En este sentido, para que un vehículo eléctrico se pueda considerar como totalmente sostenible, la procedencia de la electricidad que lo mueve debe ser electricidad verde, es decir, renovable y no contaminante.
Aquí es donde entra la importancia de las energías renovables en la producción de electricidad. Si bien es cierto que las comercializadoras y distribuidoras españolas están cada vez más cerca de un uso total de energía renovable, lo cierto es que aún nos queda mucho para ello.
Por eso, disponer de una instalación autoconsumo fotovoltaico y un vehículo eléctrico te convertirá en el no contaminador perfecto.
Energía renovable
La energía solar es, a día de hoy, la única que consigue el ritmo de los objetivos climáticos propuestos por la Agenda de 2030. Los vehículos eléctricos, por su parte, se quedaron muy cerca, con dos millones de ventas en el último año.
Sin embargo, es cierto que estas medidas aún están lejos de conseguir dichos objetivos puesto que, en 2018, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron en casi un dos por ciento.
Si a esto le unimos que la capacidad de generación de energía renovable agregada sólo llega a los 180 GW, estancándose su instalación tras más de dos décadas de subidas. Lo cierto es que, la generación de energía solar aumentó el año pasado en más de un treinta por ciento, siendo el mayor crecimiento de todas las energías renovables. El mercado solar experimentó una desaceleración el año pasado debido principalmente a tres factores: China anunció recortes a los subsidios centrales con la política 5/31 de Pekín, lo que provocó una caída del 18% en la nueva capacidad fotovoltaica; la Sección 201 de la administración Trump impuso aranceles que restringen el mercado estadounidense; y la India se vio afectada por retrasos y cancelaciones de sus licitaciones.